21 Jun
21Jun


Actualmente vivimos en una especie de ”limbo cultural” en el que lo interconectado es la preferencia y eso se refleja en una disolución natural de los principios estéticos ibéricos con los que nos llegan de fuera que a su vez, se repiten en prácticamente la mayoría de las zonas que conocemos como “mundo occidental”, alentado por los siguientes factores:

- El corporativismo del consumo.

- La información y comunicación sin barreras, gratuita y democrática, lo que nos hace ya muy parecidos unos a otros, en gustos, preferencias y costumbres.

El consumo a gran escala está controlado por un puñado de grandes empresas del vestir, del comer, de la decoración y el diseño, del entretenimiento, que por supuesto, hacen que las personas de todo mundo pongan el ojo (y el bolsillo) casi en las mismas dianas. Estas empresas transnacionales fomentan lo que se ha dado en llamar el “marquismo” (habrá un post especial al respecto) que no es otra cosa que, además de que les compres sus productos, les hagas publicidad gratis, multiplicando por X su presencia en la cotidianidad.

Debemos definir ya las pautas ético/estéticas universales que se añaden, intoxican o enriquecen (depende de cómo se mire) las particulares, para abordar con propiedad cualquier análisis estético actual. Las resumo en cinco, desde diferentes perspectivas vitales:

1. La aspiración/obsesión del ser humano actual por ser protagonista. La ultra valoración del like. Como inspiración, los nuevos iconos nacidos de la versión extrema del éxito y la popularidad: jóvenes deportistas de élite, personajes incultos de programas televisivos o empresarios y comunicadores relacionados con lo digital, por ejemplo. Como réplica, dos opciones:

- O la idea del éxito de un Maradona, un éxito decadente (imagen del prestigioso festival techno Sónar, Barcelona 2002).

- O la tendencia al desarrollo personal, al autoconocimiento, el autocontrol, los famosos coachings...

2. La influencia de la (alta)tecnología accesible al pueblo: telefonía, ordenadores, electrodomésticos de última generación, la automoción... y el ”esteticismo de los bienes”.

3. El ”pragmatismo doméstico”, aparentemente contradictorio con respecto al anterior punto (IKEA representaría dicho concepto).

4. La relativización. El miedo a parecer dogmático en todas las actividades de la vida, lo que produce un rechazo a los pensamientos cerrados o muy definidos. Eclecticismo, mixtura, yuxtaposición, tolerancia, permisividad... aún a costa de perder criterio. Lo "políticamente correcto".

5. El culto al cuerpo y a la juventud. Hedonismo. El ”síndrome Dorian Gray”: cirugía plástica, el ejercicio gimnástico y todas sus variantes (aerobic, pilates, zumba, footing...), antitabaquismo, las armas de seducción de la publicidad, etc.

Fotografías: publicidad urbana.

Comentarios
* No se publicará la dirección de correo electrónico en el sitio web.
ESTE SITIO FUE CONSTRUIDO USANDO