15 Oct
15Oct

Me he encontrado, rebuscando en mis archivos digitales, unos vídeos del recientemente fallecido etnógrafo Fermín Leizaola (DEP), explicándonos en el evento Olatu Talka de Donostia a un grupo reducido de público, hace algunos años,   la elaboración tradicional de la mamilla, usando un kaiku, y comentando la extrema singularidad del objeto como “uno de los pocos ejemplos de cultura material propios del pueblo vasco”; ya entonces, me llamó la atención la exposición del dato, que mezclaba sinceridad y cierto aire de resignación. El encuentro más reciente con estos documentos audiovisuales, me ha encendido una chispa; la cuestión que empezó a pulular por mi cabeza, fue la siguiente: un pueblo, un país que reivindica vehementemente su derecho a estar sólo, tiene que estar avalado por un acervo cultural importante, singular y único, desde una antigüedad atestiguada, con una cantidad de artefactos reales, físicos, tangibles importante ¿no? entiendo yo… quiero decir, un pueblo al que indiscutiblemente, le avale su acervo. Intento entonces buscar sentido, fundamento, columna vertebral a la proposición de crear un propio estatus político, elaborado desde fundamentos culturales, que en definitiva, es a través de donde se expresa un país. También, me asaltaron otros temas ¿tienen mis paisanos (soy vasco, por ahora), razón de peso, cuando se jactan de nuestra cultura y no dudan en situarla por encima y a la vanguardia del hecho cultural en todo el estado e incluso, en Europa? Bien: “voy a ver si es eso cierto”, me digo.

El ejercicio de datación y estudio de temas de análisis, para los que no somos profesionales de la antropología, la etnología, ni historiadores, ni sociólogos, se podrá configurar desde perspectivas muy diversas: algunos leyendo libros, publicaciones y ensayos, otros tirando de Google y YouTube, yendo a charlas o conferencias, bibliotecas, escuchando podcasts, etc. Yo me planteo de entrada, listas, rankings; desde joven, siempre me han gustado, y me han servido para acercarme a los temas que me interesan: "la lista de los mejores grupos de X década, clasificación de las mejores películas de la historia, las tres ideas básicas de tal pensamiento", etc. una forma cutre y postmoderna de acercarse al conocimiento, lo sé, pero no por ser un paleto, no tengo derecho a tener opinión. Entonces, me planteo diferentes clasificaciones culturales dentro del contexto vasco:

1) Los tres legados culturales vascos más importantes:

- El euskera. Es la columna vertebral cultural y sobre lo que gira la autenticidad de este pueblo, indiscutiblemente: el elemento sui generis por excelencia. A la corta, también el fundamento aspiracional de país ¿saben cuantos países surgirían de, por ejemplo, China, si nos rigiéramos por este criterio?

- La pelota vasca. Entroncada con la apuesta y lo rural, y proyectada internacionalmente por el business norteamericano y las invitaciones olímpicas.

- La Compañía de Jesús. Ni el fundador está enterrado en su pueblo, con eso se dice todo.

2) Los tres artefactos culturales vascos con mayor proyección internacional:

- El cuadro “Guernica” de Picasso. Ojo, hecho por un andaluz afrancesado, en París; y ahora resulta que, parece ser, está inspirado en una corrida de toros.

- El museo Guggenheim Bilbao, piedra filosofal del imperialismo cultural yanqui, al servicio de la proyección turística y social contemporánea vasca, gracias al impacto arquitectónico y artístico de la propuesta.

- El Athletic Club. Intentan preservar desde su aparente filosofía prístina, la autenticidad, en el ultra mercantil universo futbolístico; y se lo creen. Este hecho, les posiciona singulares en ese podrido mundo; personalmente, me dan como pena. 

3) Las tres vascos más importantes del panorama creativo/ cultural:

- Cristóbal Balenciaga. Reconocido como la persona más influyente en la industria de la Moda, junto a Coco Chanel y Dior. Su carrera se consolida fuera.

- Miguel de Unamuno. Recuerden lo que le ocurrió al busto de su plaza en el Casco Viejo bilbaíno, en el verano de 1999, después de un homenaje al etarra Txabi Etxebarrieta: arrancada y tirada a la ría.

- Jorge Oteiza. Tampoco enterrado en su pueblo; y ya van tres. Oteiza protesta en nombre de España, tras un concurso internacional de escultura en Londres (1953): “moralmente, me da fuerza y responsabilidad para esta protesta que haya sido el nombre mío el del seleccionado español. No estoy conforme en que nuestro voluntario esfuerzo individual no tenga en nuestro país el menor apoyo… Pues si ha habido arte vivo, un arte universal español en el pasado, tenemos que sentirlo así en la actualidad”.

4) Los vascos más importantes de la historia:

- Juan Sebastián Elcano. Y su vuelta al mundo, bajo bandera castellana.

- Ignacio de Loyola. Y sus ejercicios espirituales. Recuerden también, la extraña campaña contraria a su persona, cuando aparecieron pegatinas llamándole “traidor” por su participación con Castilla en la toma de Pamplona, previo a su conversión mística, de 1521.

- Sabino Arana. El inventor de Euskadi desde el odio, el arcaísmo y el fanatismo; en cualquier otro lugar del mundo, estaría proscrito. Un genio (junto con Pedro Sánchez).

5) Los tres hitos arqueológicos, por buscar en el pasado guiños originales autóctonos:

- Cavernas paleolíticas: Santimamiñe, Ekain, Altxerri, etc. entroncadas en la corriente pictórica franco cantábrica, exenta pues de singularidad estilística que supusiera una notable diferenciación o rasgos propios.

- El ídolo de Mikeldi, S.IV-II a. C. y en lenguaje celta, a modo de los verracos mesetarios.

- Los cuencos de Axtroki, de entre 1000-850 a. C. en oro. Aparecieron carentes de contexto arqueológico, aislados y quizás, no estuvieran hechos en el lugar (regalos u ofrendas llegadas de Europa en la época de los “señores de la guerra”). Residen en el MAN de Madrid.

Extra: A mí sin embargo, los que más me gustan son los colgantes de Prailaitz, magdaleniense minimalista.

6. Los tres objetos más característicos o singulares de la cultura vasca. Este es quizás, el apartado de las listas, que ofrece más interés autóctono:

- La txalaparta. Instrumento que incluso, llamó la atención de estrellas del pop internacional, como Madonna. De esto se trata, qué aportó al mundo.

- El kaiku. Diseño intemporal, tremendamente contemporáneo; quizás, la aportación de todos los rankings más interesante. El recipiente, no la chaqueta.

- La boina, o en su acepción vernácula, txapela. En dura pugna de autoría con Francia.

Conclusiones:

- El factor cultural en Euskadi, no puede ser el andamiaje fundamental de una reivindicación separatista. La reivindicación independentista podría venir del desarrollo pleno de la foralidad consuetudinaria, de una magnanimidad estatal superior o por acumulación de décadas reivindicativas que haga que dentro de 500 años, tenga poso histórico; pero desde luego, ahora, no por bagaje cultural.

- Lo vasco casi siempre ha necesitado de agentes de acción externos para posicionarse interesante al mundo. Es un pueblo con desarrollo creativo propio, limitado.

- Dependencia total de Euskadi, de los conceptos Navarra y la Aquitania francesa, para poder proclamar una identidad mínimamente sólida, de ahí la proyección de la idea de Euskal Herria & Zazpiak bat; recordar que esta opción queda desechada en el origen del nacionalismo, tanto territorialmente (Bizkaia sola, cuna primigenia e interesada), como simbólicamente (nombre, bandera, himno…) o históricamente (desinterés por reivindicar el antiguo reino/estado de Navarra, rechazando la posibilidad de reclamar la independencia desde cierta raíz políticamente coherencia). 

- El fundamento cultural vasco es el euskera, uno de los idiomas más antiguos del mundo, conservados de forma práctica, en uso; y yo me pregunto ¿para qué ha servido eso? quiero decir, ¿existe una "Iliada" vasca, una "Odisea", un Quijote, Hamlet? ¿qué ha propuesto el euskera al resto del mundo? yo creo que terra incognita, misterio, materia de estudio, no tanto arte o expresión cultural, resultante del uso del idioma. Aquí aflorará el secular relato victimista de "represión, persecución contra el idioma desde las lenguas colonialistas" principalmente el castellano, claro.

- Lo vasco no está modelado por ninguna civilización previa, y se nota. Intenten encontrar una fíbula vascona en los museos arqueológicos: ¿cuál es el sentido de ese tipo de espacios? entre otros, detectar el pasado y ubicarlo, de ahí la necesidad u obsesión de encontrar alguna referencia antigua relacionada con la “cultura original vasca”, vascona, euskérica… Tosquedad, falta de creatividad y existencia mínima de vestigios. Euskadi busca constante y obsesivamente, patrimonio que indiquen lo que no es, una tierra fértil de expresión artística y singularidad que provenga de un pasado siempre anterior y diferente al ibérico (al resto de España).

- Si hiciéramos este mismo ejercicio con cualquier región o zona peninsular, los resultados en muchos casos, superarían en cantidad, calidad y poso histórico a los aquí expuestos, pudiendo por ejemplo, entender que Almería o Murcia, exigieran “reconocimiento nacional” desde lo cultural; ¿¿¿Almería??? las primeras manifestaciones de comunidad pre urbana ibérica, en Los Millares o El Argar, 3000 años antes de Cristo, por ejemplo, con la revolucionaria expresión cerámica campaniforme. Irulegui (Navarra, por cierto): el uno antes de Cristo, y una mano que estaría en el fondo del cajón del bedel del Museo Arqueológico de Badajoz.

- El genio creativo vasco, se ha gastado en la elaboración del relato/propuesta nacionalista (con enorme éxito) y en la construcción de país (que no es poco), y en la reinvención del concepto gastronómico, invirtiendo recursos, dinero y publicidad, para precisamente, compensar la proverbial carencia de mochila cultural, con esta disciplina renovada desde los fogones vascos.

- Sin embargo, ha sabido exprimir bien este limitado acervo, focalizado básicamente en la explotación social del idioma, presentándose al mundo como una cultura puntera, atractiva y abundante. El “momento de gloria” de la cultura vasca, realmente deviene de la “épica industrial y post industrial” desarrollada las últimas décadas del siglo pasado, no en períodos históricos anteriores, proyectándose como referente de movimientos sociales contemporáneos reivindicativos, como el feminismo, la ocupación, la anti tauromaquia, la organización juvenil, el control social y callejero, también el corporativismo, etc. 

- Un lugar que se puede llamar de tantas formas, no es serio.

Por favor, humildad.

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